Autor: Dr. Luca Molteni
Introducción al problema clínico
La lesión del ligamento cruzado anterior es una de las lesiones más comunes que afectan a la rodilla. Según informan las estimaciones de la Sociedad Italiana de Ortopedia y Traumatología, en Italia se producen unos 150.000 casos al año. Esta condición se observa sobre todo en deportistas y deportes jóvenes: las causas están representadas en un 90% por saltos, giros y frecuentes cambios de dirección [1].
El riesgo de dañar el ligamento cruzado anterior, además, aumenta diez veces durante los partidos competitivos en comparación con los momentos de preparación [2] porque el sentido de competencia y la implicación emocional conducen a un mayor esfuerzo físico.
¿Qué pasa después de la lesión? Veamos algunos datos que pueden ayudar a comprender el alcance del fenómeno:
• solo el 44% de los deportistas no profesionales regresan para competir a un nivel competitivo
• Aproximadamente el 90% de los futbolistas profesionales regresan a sus niveles de rendimiento deportivo anteriores en promedio en 12 meses (los jugadores más rápidos juegan su primer partido incluso después de 7-9 meses)
• el riesgo de recaída fluctúa entre el 7 y el 10% si se cumplen todos los criterios para volver al deporte; de lo contrario, aumenta drásticamente hasta un 30% [3]
Importancia de la evaluación en problemas clínicos
Luego de tal lesión, el verdadero desafío para los profesionales de la rehabilitación es el éxito del regreso del deportista al deporte, entendido como la posibilidad de regresar al campo sin incurrir en recaídas. Para una recuperación gradual y duradera, además de una cirugía exitosa, es necesario establecer un programa de rehabilitación funcional basado en varios parámetros: la movilidad articular de la rodilla, la capacidad de mantener el equilibrio monopodálico y el desempeño de la fuerza y potencia de la parte inferior de las extremidades durante la ejecución del salto vertical. Para monitorear el progreso de la terapia, las pruebas deben realizarse en una sola postura para comparar la extremidad lesionada con la sana y así evaluar si el paciente está progresando hacia la recuperación completa.
Importancia de la evaluación tecnológica objetiva
Evaluar el rendimiento del deportista de forma objetiva y repetible es fundamental para un regreso seguro al deporte. Los sistemas de tipo inercial son tecnologías portátiles que son fáciles de usar para realizar un análisis cuantitativo del rango de movimiento de una manera rápida y versátil.
En el caso de lesión del ligamento cruzado anterior, estas herramientas facilitan la valoración de varios aspectos:
- movilidad articular de la rodilla, proporcionando mediciones precisas y repetibles
- mantener el equilibrio, proporcionando información importante a nivel de propiocepción de la extremidad inferior
- fuerza y potencia de los miembros inferiores, mediante la ejecución de la prueba de salto
Conclusión
El uso de sensores inerciales permite evaluar la situación general del rendimiento del atleta. A partir de la información obtenida, el experto puede verificar el avance real del proceso de rehabilitación identificando el momento adecuado para volver a la práctica deportiva, garantizando al deportista un buen rendimiento en el campo y minimizando el riesgo de recaídas.
Referencias
[1] M. B. A. G. A. N. F. T. S. Z. S. D. V. Francesco Della Villa, «Systematic video analysis of ACL injuries in professional male football (soccer): injury mechanisms, situational patterns and biomechanics study on 134 consecutive cases,» Br J Sports Med , 2020 Dec. [2] D. K. S. K. E. W. L. Y. M. T. G. R. S. H. J. C. C. K. T. E. K. R. A. M. S. N. P. D. T. S. E. J. W. G. D. M. Alicia M Montalvo, « Anterior Cruciate Ligament Injury Risk in Sport: A Systematic Review and Meta-Analysis of Injury Incidence by Sex and Sport Classification.,» J Athl Train. , vol. May, n. 54, pp. 472-482, 2019. [3] D. W. A. A. A. J. B. J. K. C. M. R. M. E. P. R. W. M. e. a. Wright RW, « Risk of tearing the intact anterior cruciate ligament in the contralateral knee and rupturing the anterior cruciate ligament graft during during the first 2 years after anterior cruciate ligament reconstruction: A prospective MOON cohort study.,» Am J Sports Med, vol. 35, n. Jul, 2007.